Monday, March 12, 2007

UN CHAVISMO IMPERIALISTA


Amigo Empecinado:
Conociendo tu lucha resistente contra la hipocresía y mediocridad que campea en la clase dirigentes argentina -tierra de nuestros padres, tierra en donde se forjaron nuestras almas en la lucha, entre pampas, ríos y montañas-, es que te hago llegar unas reflexiones tangenciales a la interesante visita del Presidente Chávez.
Conocidas son las parodias antiimperialistas del referido personaje y no seremos nosotros, justamente nosotros, los que nos enfrentemos a este sujeto, precisamente por sus opiniones anti yanquis. Siempre nos encontraremos tu y yo, amigo Empecinado, en la vereda de quien fuera nuestro líder. En la vereda de una posición equidistante de cualquier tipo de imperialismo, que impida desarrollar en esta querida patria una política propia, con una visión que proyecte al futuro nuestra propia forma de ser. Y no, como pretenden algunos sectores del gobierno kirchnerista (¿tu le llamas el ejército de ocupación no es así?), volcar nuestro esfuerzo a trabajar por quienes expresan políticas foráneas y pretendan trasladar las disputas mundiales a las definiciones propias, de política interna.

Creo que es tiempo de pensar, más allá del absurdo folclore marketinero y burgués de los neo guevaristas bolivarianos (¡Pobre Bolívar!), cuáles son las consecuencias de poner nuestra proa hacia el mismo rumbo que apunta el caribeño general, de corta mirada, de mediocre visión y de sospechosos intereses en la guerra del petróleo, casi siempre con tufillo a arreglo con los mismos que dice combatir.
La verdad, amigo Empecinado, es que solo la borrasca inútil ("imberbes y estúpidos que gritan") y los idiotas marginales de la izquierda siempre funcional al imperialismo, pueden generar esa burda operación que tuvo lugar en el estadio de Ferro, hace unos días. Nadie que haya vivido y estudiado la histórica metodología de las diplomacias imperialistas, puede dejar de pensar que este patético generalucho está haciéndole el caldo gordo a quienes necesitan dividir la cohesión de los pueblos, para dominarlos con menores costos.
Y si no, viejo amigo de luchas pretéritas, ¿cómo se puede explicar la continuidad de la provisión de petróleo por parte de Venezuela a los Estados Unidos?. ¿Cómo se puede explicar que el zar de la soja argentina, el prototipo del modelo agropecuario kirchnerista, Gustavo Grobocopatel, de la mano de un gobierno que lo consigna como un ejemplar empresario, haga tamaños negocios con Venezuela, brindándoles su tecnología a cambio de nada para la Argentina, aunque con pingües ganancias personales?.
Queda claro que este señor Kirchner esconde, tras su discurso y tras las actitudes siempre patéticas y cobardes del comisario Guillermo Moreno (quien debería tratar urgente su obvio complejo de pito corto), una política de concentración económica que resultará devastadora para la familia rural argentina. Una política en donde sólo hacen negocios los que explotan las tierras de otros en base a leoninas condiciones, los que concentran la riqueza, los que no respetan el ritmo sereno de la tierra que produce, los que no tienen interés alguno por la vida rural, los que arreglan con los grandes grupos de acopiadores y exportadores, los Eduardo Epztein, el grupo Werthein y los Eduardo Eurnekian de este país; en definitiva, los amigos eternos del poder.
Y después vienen a decirnos, a nosotros, que ellos dan la pelea contra el poder, en defensa del pueblo. Los que para que no aumente la cuota de los colegios privados, arreglan el pago de una cuota más con tal de que no incida un aumento en el índice mensual. Los que se comen el apriete de las prepagas y les permiten aumentar su cuota y sus metodologías. No son tan machos como para aguantarse a los pesados de verdad y tampoco son capaces de ofrecer educación y salud pública gratuita, con los recursos que le extraen a los que producen y trabajan en la Argentina.
Esos defensores del pueblo son los que arrugan ante la primer presión y se hacen los machos con los débiles, con los que no tienen poder concentrado. Son los que insultan al chacarero laburante, tildándolo de oligárquico, y arreglan con la gran empresa y los pool de siembra que ejercen el monopolio de la soja y hacen de este bendito país, rico por su variedad, un monocultivo destructor de bosques y de cualquier ecosistema que se les presente como oportunidad. Esos son los que dan la guerra contra el productor ganadero del Chaco y, por otro lado, lo llevan de la mano a Grobocopatel a hacer negocios con Chávez.
Amigo Empecinado, creo que es tiempo de abrir los ojos frente a este señor Chávez y su amigo Kirchner, que nos distraen con sus discursos anti yanquis y nos dejan discutiendo entre nosotros, mientras ellos se llenan los bolsillos y fortifican la posición de los imperios, respecto a una visión nacional, que genere grandeza y felicidad para nuestro pueblo.
Un abrazo


Francisco ESPOZ Y MINA

1 Comments:

At 11:59 AM, Anonymous Anonymous said...

Aún sin comprender sus propias dependencias ideológicas, Don Arturo Jauretche ya denunció las dependencias (ideológicas y de las otras, pero siempre anti-nacionales) de la izquierda argentina hace décadas.

 

Post a Comment

<< Home